Cuidados para tu piercing en el pezón
Los piercings en los pezones son rápidos de hacer y hay muchas variedades para cambiar su estética fácilmente. Te dejamos aquí unos ejemplos. Sin embargo, al tratarse de una zona muy sensible, es importante que tomemos ciertas precauciones para que su curación sea rápida y sin infecciones. En el blog de hoy te damos unas pautas para conseguir que tu piercing no te de ningún problema.
No seas impaciente
Los procesos de curación llevan su tiempo. Piensa que se trata de una zona que, por el movimiento de nuestros brazos, está en continuo roce con nuestra ropa. Además, se trata de una zona muy sensible. Por esto, el periodo de curación suele durar entre 6 y 8 semanas aunque puede ser más largo – especialmente si has sido víctima de un golpe o (ojalá no te pase) un enganchón. Para evitarlos, nada mejor como piercing pequeños.
¡No controles mi forma de vestir!
Es importante que tu piercing sufra el mínimo contacto con tu ropa, así que te aconsejamos que digas adiós a tu ropa ceñida durante unas semanas. Es conveniente que utilices ropa interior, pues esto ayuda a que el piercing “se quede en su sitio” y lo protege de roces.
La higiene es lo más importante
Un piercing en el pezón requiere que lo limpies diariamente. Para ello es necesario que, cuidadosamente, gires la joya para eliminar cualquier resto de sangre residuo que se haya podido formar. Lávalo con agua tibia y jabón neutro o suero fisiológico. ¡No uses algodón! Esto podría dejar restos que infectarían tu herida. Puedes utilizar una gasa para aplicar el jabón (siempre aclarando bien) o el suero. Para secarlo, con cuidado, utiliza una toalla: es importantísimo que la zona quede seca porque humedad = infección.
Para acabar, aplica povidona yodada para evitar infecciones.
Cambio de joya
Después de que tu piercing haya curado, te recomendamos que no te cambies tú mismo el pendiente ya que se trata de una zona sensible, que estará irritada y más susceptible a infecciones. Lo mejor es acudir al lugar donde te realizaron el piercing la primera vez para evitar sustos.
Si notas hinchazón, tirantez, dolor o escozor: ¡alarma! Te recomendamos que no seas burro y acudas a tu médico para tratarte la infección cuanto antes y evitar que se te formen cicatrices raras, bultos o decoloraciones. ¿Listos para presumir de pezón?
